Juntos desde el verano de 2014, el croata y el alemán forman una pareja única en el centro del campo.
“Ya no pueden jugar juntos”. Una sonrisa cruzó el rostro de Toni Kroos cuando la temporada pasada respondió a un estribillo que aparece cada vez que el Madrid tiene un mal partido. “Es algo que se dice muchas veces, pero…”. Sin sonrisa y con cara seria, Luka Modric no ocultó en Anfield que le molesta esta teoría: “Me molesta, porque parece que ahora Toni y yo no podemos jugar juntos”. La realidad es que para su entrenador no existe tal debate. “Son intocables”, dijo la temporada pasada. Y pocos dudan de que, estando bien, lo seguirán estando y que el trabajo de Ancelotti es encontrar la forma de encajar en el once tanto potencial de su centro del campo.
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La pareja Modric-Kroos es un patrimonio en la historia del Real Madrid y del fútbol universal. Su sociedad, ya mítica y con 308 partidos oficiales compartidos en Madrid, nació el 25 de agosto de 2014, en la primera jornada de Liga: 2-0 ante el Córdoba. Entre la vuelta del Mundial ganado por Alemania en Brasil y algunas molestias del croata, Ancelotti no pudo contar con los dos a la vez durante la pretemporada.
Aquel partido contra el Córdoba que dirigía Chapi Ferrer, y con Gil Manzano de árbitro, es el punto de partida de la pareja de centrocampistas más laureada de Europa desde que se formaron. Ahora inician la que será su décima temporada juntos. En esta ruta, en la que aparecen cuatro Champions y un total de 20 títulos juntos, alemán y croata han ido compartiendo compañeros de viaje, con Casemiro como el más importante.
Hoy están rodeados de jóvenes, de chavales que estarán al lado de dos jugadores que han sido sus modelos a seguir. Y ante rivales que juegan en equipos en los que no hay una sociedad que se pueda equiparar a la que forman el alemán y el croata en gira, títulos y fútbol en sus botas.