Andrey Gudkov es un fotógrafo de vida silvestre ruso. Realiza regularmente expediciones a tierras remotas y peligrosas de Indonesia y África, como Borneo, Zambia y la isla Rinca.
Gudkov comparte:
“A finales de los 80, participé en National Geographic por primera vez y fue un choque cultural. Las fotos eran tan increíbles que pensé que ni siquiera eran reales. La serie de fotografías pareció llevarme a un cuento de hadas. Por eso, tan pronto como tuve la oportunidad, compré equipo profesional y empaqué mi mochila para hacer ese sueño realidad”.
Gudkov se inspira en muchos fotógrafos famosos de vida silvestre.
“La fotografía de vida silvestre es un género que siempre he perseguido. Mis ‘maestros’ son álbumes de fotógrafos de vida silvestre de fama mundial: Steve Bloom, Franz Lanting, Michael Poliza, etc. Sus productos me inspiraron y me dieron la motivación para ser creativo. Poco a poco, a base de prueba y error, fui moldeando mi propio estilo. Al principio todo parecía sencillo. Pero cuanto más me comprometo, más me doy cuenta de que este género es muy difícil y que el conocimiento que necesito aprender es infinito”.
Fotografiar la vida silvestre es extremadamente difícil porque el fotógrafo debe estar excepcionalmente preparado y ser muy paciente. Sin mencionar que la inversión financiera en equipos fotográficos y las condiciones laborales no tan perfectas pueden desanimar a muchas personas.
“Fotografiar animales salvajes en hábitats naturales es un género fotográfico muy complejo y específico, que requiere del fotógrafo una preparación cuidadosa y una personalidad especial. No sólo la inversión financiera, los fotógrafos también deben lidiar con los trámites para tomar fotografías: cartas a los funcionarios, directores de parques nacionales, compra de licencias de fotografía,…
Además, debes tener mucha paciencia y cautela, porque fotografiar a un animal sin aprender primero seriamente sobre él es casi imposible. A veces, incluso hay que dedicar hasta 6 o 7 meses para preparar una expedición en sólo 3 o 4 días, con 24 horas de trabajo continuo y malas condiciones de vida”, afirmó el fotógrafo. compartir.
Si toma fotografías en un área tropical, esté preparado con todas las precauciones contra las enfermedades tropicales. Además, es posible que tengas que levantarte a las 4 de la mañana, caminar 15 km en bosques con hasta un 100% de humedad y 20 kg de equipaje a la espalda. Debido a condiciones tan duras, muchas personas se dieron por vencidas cuando recién comenzaban este camino.
Gudkov cree que ningún animal es bello o feo: “En mi opinión, lo más importante es encontrar las características individuales del animal e intentar transmitirlas a través de la fotografía. Los ojos del animal son un detalle muy importante: Sorpresa y miedo, ternura y preocupación, enfado, indiferencia, confusión… todo se expresa a través de los ojos de los habitantes del mundo natural. curso”.
Gudkov cree que el deber de todo fotógrafo de vida silvestre es ayudar a la gente a darse cuenta de que estos magníficos animales están desapareciendo gradualmente.
“En los últimos años, he visitado muchos lugares remotos donde la naturaleza aún conserva su belleza prístina, intacta por el hombre. Estos lugares son muy salvajes y el terreno accidentado. Aquí el dinero no tiene valor. Y esa es la condición que permite que muchos animales estén a salvo. El mundo que nos rodea está cambiando y es deber del fotógrafo de vida silvestre tratar de mostrar e impresionar a la gente con las bellezas que están desapareciendo, la rara belleza y la diversidad de las criaturas del mundo”.