El frutero verde y negro, un ave distintiva originaria de los Andes de América del Sur, cuenta con un plumaje peculiar con plumas negras en la cabeza, el pecho y la cola, complementadas con plumas verdes en el dorso y las alas. Si bien estudios anteriores se centraron en su dieta frugívora, ofertas recientes sugieren un cambio en sus hábitos alimentarios.
Los hábitos alimentarios del frugívoro verde y negro han cambiado inesperadamente como resultado de la ingestión de grandes cantidades de lombrices e insectos. Esta especie de ave, que alguna vez se pensó que era sólo frugívora, de repente evolucionó hasta convertirse en un “come gusanos”, un fenómeno que ha intrigado tanto a los científicos como a los observadores de aves.
La disponibilidad de fuentes de alimentos en su hábitat y el entorno cambiante podrían explicar este cambio en la dieta. El aumento de las precipitaciones en los Andes ha aumentado el número de lombrices y otros insectos, dando al ave una nueva fuente de alimento. La capacidad del frugívoro verde y negro para adaptarse a los cambios ambientales queda demostrada por el hecho de que este cambio en los alimentos le ha permitido prosperar en su hábitat nativo.
Los investigadores que están examinando los efectos de esta alteración en la dinámica poblacional y la fisiología del ave están interesados en el cambio nutricional en el frutero verde y negro. Además, se investiga la posibilidad de que otras especies de aves cambien sus dietas en respuesta al cambio climático.
El frutero verde y negro es un ave que se puede caracterizar de diversas formas. Es un tema muy apreciado tanto por los observadores de aves como por los estudiosos debido a su apariencia distintiva y sus intrigantes hábitos alimentarios. Otro factor que hace que el ave sea tan fascinante para los biólogos es su capacidad para adaptarse a entornos cambiantes.
El frutero verde y negro es un ave poco común en muchos sentidos. Sus hábitos alimentarios alterados demuestran cuán adaptable es a los cambios ambientales y representan un avance importante en el estudio de las aves. Este cambio hacia una dieta más omnívora se investigará más a fondo para aprender más sobre cuán resilientes y adaptables son las aves al cambio climático.